Cuando la imagen de una empresa se ve afectada por la reputación de sus directivos

Como usuarios y consumidores, no siempre estamos pendientes de la actividad corporativa que sucede tras bambalinas de las empresas que elegimos como nuestros proveedores de servicios y fabricantes de productos. Generalmente no están pendientes porque al usuario promedio no le cambia en nada que tal o cual persona esté detrás de un determinado puesto en una compañia, pero quienes leemos noticias del ambiente tech a diario, constantemente nos cruzamos con un panorama diferente.

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Hace unos días, Mozilla anunciaba a su nuevo CEO, Brendan Eich, quien en 2008 había donado 1000 U$D a una campaña contra el matrimonio igualitario. En tan solo 11 días, la presión por parte de los grupos LGBT, pro matrimonio igualitario, los mismos usuarios de los productos de Mozilla y básicamente una gran parte de Internet, provocó que el señor Eich decida resignar su puesto como CEO y abandonar el directorio de la empresa.

No importaba todo lo que Eich había inventado (Como JavaScript por ejemplo) o brindado a Mozilla, lo que realmente importaba, y es lo que hizo mucho ruido, es cómo la imágen de la empresa cambió repentinamente, y lo que ello podía implicar para el futuro de la misma.

Mozilla es una empresa enorme, por lo que dentro de sus oficinas también hay empleados LGBT, además de que oficialmente se ha pronunciado a favor de este movimiento. Pero, ¿por qué tanto revuelo por un CEO?

Ser CEO (Chief Executive Officer) es un estilo que acompaña a la persona que cubre el puesto. Lo peligroso está en que es un estillo que se fusiona con la imágen de la empresa misma. Si ambos no encajan, disaster awaits. El tema es que justamente, para el usuario promedio, la línea entre ambos no existe, lo que diga el CEO es palabra misma de la empresa. Como bien mencionan en Fortune, el CEO ha pasado a ser casi una mascota, la cara detrás del titán. Y hoy en día cualquiera puede destrozar rápidamente (¡Gracias Internet y redes sociales!) cualquier cosa que diga o haga, en cualquier momento, a una audiencia indeterminada.

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El día de ayer, Dropbox llegó con varios titulares a los medio de tecnología. Con el lanzamiento de Carousel, una nueva manera para almacenar y compartir fotos, Dropbox for Business para usuarios profesionales, y el lanzamiento para Android y OSX de su recientemente adquirido Mailbox. Pero hubo otra noticia que llegó a los titulares y no fue tan bien recibida como las otras. A partir de ayer, Condoleezza Rice, forma parte de la junta directiva de Dropbox.

La preocupación de algunos por esta noticia la empecé a ver en Twitter, luego en Reddit, y finalmente en Hacker News. Todos con el mismo lema «time to leave Dropbox»; no está demás decir que incluso algunos usuarios ya borraron sus cuentas. Ahora, la pregunta obvia sería ¿Están exagerando? ¿Es tan grave que Condoleezza Rice forme parte de una empresa que hace dinero almacenando infomación de miles de personas?

Al igual que con Mozilla y Eich, la cuestión va por el lado de la ética, pero con una mirada al lado político en el CV de Rice y sus antecedentes. Gracias a HN caí en un site que recopila unos datos más que relevantes sobre la cuestión: Drop Dropbox. Antes de hacerles una traducción y resumen de los mismos, cabe mencionar que Rice es una persona realmente inteligente, supo hacer muchas conexiones durante su período como Secretaria de Estado y Asesora de Seguridad Nacional de la administración de Bush.

  • Ayudó a iniciar la guerra de Iraq: Como consejera de Bush en lo que respectaba a seguridad nacional, fue quien lo asesoró en el camino a la guerra con Iraq y habló públicamente en favor de la misma. En números, la guerra implicó unas 188.000 muertes, un dato frío para representar su impacto mundial.
  • Estuvo involucrada en la creación del programa de torturas de Bush: Afirmó públicamente su «legalidad». Aceptó verbalmente que se utilicen métodos de tortura sobre sospechosos capturados.
  • Promueve la realización de intervenciones telefónicas sin ordenes de jueces: No solo habló en favor de los programas de Bush para intervenir teléfonos sin la orden legal de un juez, sino que además se pronunció en favor de los programas de viligancia masiva, además de autorizar la intervención de los teléfonos de varios miembros del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas.
  • Antes de convertirse en la Asesora de Seguridad Nacional de Bush, formó parte de la Junta Directiva de Chevron, empresa que vale recordar, tiene un largo antecedente en lo que daño ambiental respecta.

Como bien mencionan, tiene sentido incorporar a una figura como Condolezza Rice a una empresa que está a pasos de lanzar su IPO, no solo por el currículum que tiene, sino por las conexiones que ha logrado como figura política y lobbista, pero ¿cuál es el costo para Dropbox, una empresa que depende pura y exclusivamente de que sus usuarios les confíen información, generalmente personal y privada?

Muchos usuarios ya han empezado a reclamarle a Drew Houston (CEO) con el hashtag #DropDropbox, algo que puede sonar estúpido, pero que a la ves sería subestimar a los usuarios, quienes si no reciben una respuesta pronto, no dudarán de pasarse a otro servicio, lo cual, con la gran oferta que hay, resulta muy sencillo, tienen de sobra para elegir: Copy, Box, OneDrive, Google Drive, OwnCloud, SpiderOak.

Es complicado determinar cuál será el rumbo que tome este tema, dependerá de qué tan política quiera hacer Dropbox la cuestión. En una época en la que una gran mayoría de los usuarios de Internet estamos casi paranóicos con el gobierno de Estados Unidos y sus programas de vigilancia masiva, creo que es más que entendible que esa misma sensación se traslade a la confianza que tenemos con un producto cuando alguien de sus directivos tiene lazos directos con el originador de la paranóia misma.


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